Detienen a “El Pantano”, presunto autor intelectual del homicidio de Bernardo Bravo, líder limonero de Apatzingán
Carolina Loa
En un operativo encabezado por fuerzas federales fue detenido Rigoberto López Mendoza, alias “El Pantano”, identificado como uno de los principales operadores de extorsión a productores de limón en el Valle de Apatzingán y señalado como presunto autor intelectual del asesinato de Bernardo Bravo Manríquez, líder de los citricultores del Valle de Apatzingán y dirigente del Tianguis Limonero.
El operativo se habría realizado durante las primeras horas del lunes en una zona rural del municipio de Apatzingán. De acuerdo con fuentes federales, “El Pantano” fue capturado sin realizarse disparos y trasladado bajo fuertes medidas de seguridad a instalaciones de la Fiscalía General de la República.
Según información difundida por sitio web de El Universal, López Mendoza fungía como jefe operativo en el cobro de cuotas a citricultores y comerciantes del limón, una actividad criminal vinculada a la célula de Los Blancos de Troya, grupo que mantiene alianzas con Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Durante su captura, el presunto delincuente portaba tres identificaciones falsas: dos licencias de conducir y una credencial de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, con las cuales pretendía pasar inadvertido ante las autoridades.
Originario de Aguililla, López Mendoza operaba principalmente en la comunidad de Cenobio Moreno, zona identificada como bastión de grupos armados en Tierra Caliente y donde se presume que fue privado de la libertad y asesinado Bernardo Bravo Manríquez.
El cuerpo de Bernardo Bravo fue localizado hace una semana en un camino de terracería cercano a la carretera Apatzingán–Presa El Rosario, en el paraje conocido como El Mirador. El dirigente presentaba huellas de violencia y heridas de bala.
Semanas antes de su asesinato, Bravo había denunciado públicamente las extorsiones y amenazas que enfrentan los productores de limón en Michoacán, así como la falta de respuesta de las autoridades. También había solicitado seguridad personal, misma que le fue retirada días antes de su muerte.
El crimen provocó indignación entre agricultores y líderes del sector citrícola, quienes exigieron acciones contundentes contra los grupos criminales que mantienen bajo amenaza la producción agrícola de la región.
Aunque las autoridades estatales no han emitido todavía una postura oficial sobre la detención de “El Pantano”, se espera que en las próximas horas se den a conocer más detalles sobre el operativo, los cargos que enfrentará y si existen más implicados en el homicidio del dirigente limonero.
La captura de López Mendoza representa un avance clave en la investigación y abre la posibilidad de que se esclarezca uno de los crímenes que más conmoción ha causado en el sector agrícola michoacano en los últimos años.
Productores y ciudadanos de la región han expresado esperanza de que esta detención marque el inicio de una limpieza real en el Valle de Apatzingán, donde el cultivo del limón, uno de los motores económicos más importantes del estado, ha sido duramente golpeado por la violencia y la extorsión.
En un operativo encabezado por fuerzas federales fue detenido Rigoberto López Mendoza, alias “El Pantano”, identificado como uno de los principales operadores de extorsión a productores de limón en el Valle de Apatzingán y señalado como presunto autor intelectual del asesinato de Bernardo Bravo Manríquez, líder de los citricultores del Valle de Apatzingán y dirigente del Tianguis Limonero.
El operativo se habría realizado durante las primeras horas del lunes en una zona rural del municipio de Apatzingán. De acuerdo con fuentes federales, “El Pantano” fue capturado sin realizarse disparos y trasladado bajo fuertes medidas de seguridad a instalaciones de la Fiscalía General de la República.
Según información difundida por sitio web de El Universal, López Mendoza fungía como jefe operativo en el cobro de cuotas a citricultores y comerciantes del limón, una actividad criminal vinculada a la célula de Los Blancos de Troya, grupo que mantiene alianzas con Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Durante su captura, el presunto delincuente portaba tres identificaciones falsas: dos licencias de conducir y una credencial de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, con las cuales pretendía pasar inadvertido ante las autoridades.
Originario de Aguililla, López Mendoza operaba principalmente en la comunidad de Cenobio Moreno, zona identificada como bastión de grupos armados en Tierra Caliente y donde se presume que fue privado de la libertad y asesinado Bernardo Bravo Manríquez.
El cuerpo de Bernardo Bravo fue localizado hace una semana en un camino de terracería cercano a la carretera Apatzingán–Presa El Rosario, en el paraje conocido como El Mirador. El dirigente presentaba huellas de violencia y heridas de bala.
Semanas antes de su asesinato, Bravo había denunciado públicamente las extorsiones y amenazas que enfrentan los productores de limón en Michoacán, así como la falta de respuesta de las autoridades. También había solicitado seguridad personal, misma que le fue retirada días antes de su muerte.
El crimen provocó indignación entre agricultores y líderes del sector citrícola, quienes exigieron acciones contundentes contra los grupos criminales que mantienen bajo amenaza la producción agrícola de la región.
Aunque las autoridades estatales no han emitido todavía una postura oficial sobre la detención de “El Pantano”, se espera que en las próximas horas se den a conocer más detalles sobre el operativo, los cargos que enfrentará y si existen más implicados en el homicidio del dirigente limonero.
La captura de López Mendoza representa un avance clave en la investigación y abre la posibilidad de que se esclarezca uno de los crímenes que más conmoción ha causado en el sector agrícola michoacano en los últimos años.
Productores y ciudadanos de la región han expresado esperanza de que esta detención marque el inicio de una limpieza real en el Valle de Apatzingán, donde el cultivo del limón, uno de los motores económicos más importantes del estado, ha sido duramente golpeado por la violencia y la extorsión.
