Encerrado (Locked): Hopkins y Skarsgård frente a frente en un duelo claustrofóbico

Staff
El legendario Anthony Hopkins regresa al género del thriller con Encerrado (Locked), una cinta producida por Sam Raimi y dirigida por David Yarovesky, que explora los límites de la supervivencia y la justicia desde el interior de un automóvil convertido en prisión.
La película, inspirada en el filme argentino 4x4, presenta a Eddie Barrish (Bill Skarsgård), un ladrón que queda atrapado dentro de una SUV de lujo diseñada como trampa mortal por su dueño, William (Anthony Hopkins), un médico millonario con un retorcido sentido de justicia.
Desde cámaras ocultas y mecanismos de control remoto, William convierte el vehículo en un instrumento de tortura psicológica y física. El encierro, la asfixia, la manipulación y la desesperación marcan una batalla en la que víctima y victimario intercambian roles, poniendo al espectador frente a la pregunta: ¿quién merece realmente una segunda oportunidad?
Con apenas 96 minutos de duración, la cinta se apoya en una atmósfera asfixiante y en las potentes actuaciones de sus protagonistas. Hopkins ofrece un personaje calculador, frío y aterrador, mientras que Skarsgård transmite la angustia y desesperación de un joven que lucha por escapar de una condena inesperada.
Si bien la crítica ha señalado que el guion no termina de definir del todo su discurso moral, la película ha sido valorada como un ejercicio de tensión efectiva y un duelo actoral que atrapa de principio a fin. Encerrado confirma que, incluso en un escenario reducido, el cine puede mantenernos al borde del asiento.
El legendario Anthony Hopkins regresa al género del thriller con Encerrado (Locked), una cinta producida por Sam Raimi y dirigida por David Yarovesky, que explora los límites de la supervivencia y la justicia desde el interior de un automóvil convertido en prisión.
La película, inspirada en el filme argentino 4x4, presenta a Eddie Barrish (Bill Skarsgård), un ladrón que queda atrapado dentro de una SUV de lujo diseñada como trampa mortal por su dueño, William (Anthony Hopkins), un médico millonario con un retorcido sentido de justicia.
Desde cámaras ocultas y mecanismos de control remoto, William convierte el vehículo en un instrumento de tortura psicológica y física. El encierro, la asfixia, la manipulación y la desesperación marcan una batalla en la que víctima y victimario intercambian roles, poniendo al espectador frente a la pregunta: ¿quién merece realmente una segunda oportunidad?
Con apenas 96 minutos de duración, la cinta se apoya en una atmósfera asfixiante y en las potentes actuaciones de sus protagonistas. Hopkins ofrece un personaje calculador, frío y aterrador, mientras que Skarsgård transmite la angustia y desesperación de un joven que lucha por escapar de una condena inesperada.
Si bien la crítica ha señalado que el guion no termina de definir del todo su discurso moral, la película ha sido valorada como un ejercicio de tensión efectiva y un duelo actoral que atrapa de principio a fin. Encerrado confirma que, incluso en un escenario reducido, el cine puede mantenernos al borde del asiento.