“Se presume inocente” De las mejores películas de intriga legal, un clásico.

Fernando Alvarez del Castillo
El director Alan J. Pakula, reconocido por su maestría en el género del suspenso político y judicial, llevó a la pantalla grande en 1990 la novela de Scott Turow con la película “Presumed Innocent” (Presunto Inocente), un drama legal que rápidamente se convirtió en un referente del cine de intriga.
La historia gira en torno a Rusty Sabich (Harrison Ford), un respetado fiscal que es designado para investigar el brutal asesinato de su colega Carolyn Polhemus, interpretada por Greta Scacchi. La investigación toma un giro inesperado cuando las pruebas comienzan a señalarlo a él mismo como el principal sospechoso, ya que la víctima era su antigua amante.
Acompañado por un elenco de primer nivel, destacan las actuaciones de Raúl Juliá como el astuto abogado defensor Sandy Stern y John Spencer en el papel de Lipranzer, el leal amigo y detective de la policía. La cinta logra mantener al espectador al filo del asiento gracias a su atmósfera cargada de tensión y a los constantes giros narrativos que cuestionan la lealtad, el poder y la fragilidad de la verdad.
Pakula logra una puesta en escena sobria pero contundente, reforzada por una fotografía sombría y una partitura inquietante de John Williams, que complementa a la perfección el tono del filme. “Presumed Innocent” no solo es un thriller judicial; es también un profundo retrato de las complejidades humanas y las consecuencias de nuestras decisiones.
A más de tres décadas de su estreno, la película se mantiene vigente por su capacidad de atrapar al espectador y por la solidez de su narrativa. Una obra imperdible para los amantes del suspenso legal y las historias en las que nada es lo que parece.
Dato extraordinario. La película fue un éxito de taquilla y de crítica, consolidando a Harrison Ford como uno de los actores más versátiles de Hollywood
El director Alan J. Pakula, reconocido por su maestría en el género del suspenso político y judicial, llevó a la pantalla grande en 1990 la novela de Scott Turow con la película “Presumed Innocent” (Presunto Inocente), un drama legal que rápidamente se convirtió en un referente del cine de intriga.
La historia gira en torno a Rusty Sabich (Harrison Ford), un respetado fiscal que es designado para investigar el brutal asesinato de su colega Carolyn Polhemus, interpretada por Greta Scacchi. La investigación toma un giro inesperado cuando las pruebas comienzan a señalarlo a él mismo como el principal sospechoso, ya que la víctima era su antigua amante.
Acompañado por un elenco de primer nivel, destacan las actuaciones de Raúl Juliá como el astuto abogado defensor Sandy Stern y John Spencer en el papel de Lipranzer, el leal amigo y detective de la policía. La cinta logra mantener al espectador al filo del asiento gracias a su atmósfera cargada de tensión y a los constantes giros narrativos que cuestionan la lealtad, el poder y la fragilidad de la verdad.
Pakula logra una puesta en escena sobria pero contundente, reforzada por una fotografía sombría y una partitura inquietante de John Williams, que complementa a la perfección el tono del filme. “Presumed Innocent” no solo es un thriller judicial; es también un profundo retrato de las complejidades humanas y las consecuencias de nuestras decisiones.
A más de tres décadas de su estreno, la película se mantiene vigente por su capacidad de atrapar al espectador y por la solidez de su narrativa. Una obra imperdible para los amantes del suspenso legal y las historias en las que nada es lo que parece.
Dato extraordinario. La película fue un éxito de taquilla y de crítica, consolidando a Harrison Ford como uno de los actores más versátiles de Hollywood